Bulnes, martes 2 de noviembre de 2010:
En gran cantidad los bulnenses acudieron al cementerio local a visitar a sus seres queridos.
Un asoleado día permitió gran afluencia de público que se repartió en los patios viejo y nuevo y los pocos árboles se hicieron pocos para sombrear.
En el exterior gran cantidad de comerciantes de todo tipo y muchos vecinos venidos desde lejos en carretelas, descansaban o se alimentaban en los espacios habilitados para ellos.
La locomoción fue expedita. Los taxibuses estuvieron ordenados y con un módico precio de $ 300 el pasaje. Igualmente los taxis mantuvieron la tarifa de $ 1.000, lo que les permitió acceder a muchos más pasajeros.
En el interior los pasillos llenos de gente, mientras el Padre Ricardo oficiaba la Santa Misa de mediodía.
Nadie de los comerciantes puede quejarse por haberle ido mal. Muy por el contrario, todos estaban felices porque pudieron vender su mercadería y obtener las ansiadas monedas para sobrevivir.