Bulnes, jueves 30 de diciembre de 2010:
Hiroshima “gran isla”, fue la ciudad que recibió a un grupo de 7 profesionales latinoamericanos. Un selecto grupo elegido por la JICA para entrenarlos en “Políticas de desarrollo para micro, pequeñas y medianas empresas”. Y una de esas profesionales fue la Ingeniera Agrónoma, Jefa Técnica de Prodesal I Quillón, Gloria Cifuentes, nominación que llenó de satisfacción a la Municipalidad y los agricultores que con ella trabajan.
“Cuando llegué allá me sorprendí, porque todos mis compañeros eran funcionarios ministeriales de sus países, yo era la única que trabajaba realmente en terreno. Si eso fue sorprendente, más lo fue darme cuenta de que Chile había sido muy exhaustivo en la elección de su candidato y que mi postulación fue la única que pasó todos los procesos de selección y salió del país.” Nos contó la profesional.
El entrenamiento duró 6 semanas, durante las cuales aprendió sobre las políticas de fomento del Japón para las micro, pequeñas y medianas empresas, y se transformó en “Guroria san” (señora Gloria), nombre por el cual la llamaban sus profesores y compañeros. “Fue un honor tener clases con docentes de tan alto nivel”, algunos de ellos profesores eméritos de la Universidad Prefectural de Hiroshima, como el Doctor Nohara, especialista en políticas de fomento del emprendimiento, consultor internacional en el tema.
“Pero de todos, el que más me impactó fue el profesor del tema de calidad, Nakamoto sensei, de él me traigo una lección increíble, que me quedó grababa con fuego en la mente y el corazón “Kaizen, mejora continua”, siempre es posible mejorar, esa es la búsqueda constante de la sociedad japonesa, mejorar. Y a uno le parece sorprendente, porque es un país que funciona con la precisión de un reloj, entonces cree que no necesitan mejorar, pero se equivoca, ellos buscan la excelencia en todo.”
¿Y por qué de Hiroshima?. Esta ciudad fue blanco de una bomba atómica lanzada por EEUU en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Allí donde no quedó más que un edificio en pie y murieron miles de personas, ahora se levanta una ciudad moderna y hermosa. Esa es la lección que Japón muestra al mundo, que es posible volver a empezar, que es posible derrotar la adversidad, que es posible renacer y reconstruir. Qué lección tan acertada para nuestro país, que vive el período post-terremoto. Hiroshima es hoy la ciudad base de la empresa Mazda y el territorio donde se elabora el sake, licor tradicional del país.
“A mí me llamó la atención lo mucho que saben de Chile allá en Japón, estamos literalmente al otro lado del mundo, pero ellos identifican perfectamente el país. Cada vez que yo les decía Chile (Chire en japonés) ellos se alegraban y me decían “mainas” (mineros) y es que ellos vieron por TV el rescate”. Y no sólo de los mineros sabían, porque la profesional chilena constató que los vinos, el salmón y al fruta chilena gozan de gran fama en Japón, país que se caracteriza por ser tremendamente exigente en cuanto a calidad. “Mis compañeros se ponían celosos, porque se enfatizó en la agricultura durante el entrenamiento, se enfocaron mucho en los temas que yo planteé en mi ensayo de postulación. Y es que a Japón le interesa la agricultura chilena, porque ellos compran todo, producen muy poco, entonces ven a Chile como potencial proveedor de muchos productos agrícolas, con el mayor valor agregado posible, porque ellos valoran y pagan la presentación, las etiquetas, los envases, la historia de los productos ”.
El entrenamiento fue exhaustivo, hubo que madrugar, viajar a varias ciudades, hacer varios trabajos y presentaciones en la Universidad de Hiroshima, pero tuvo sus frutos y el grupo logró su certificación el día 10 de Diciembre. Una sorpresa más tenía preparado Japón para nuestra compatriota, la nominaron para dar el discurso de despedida. “Sachiko, la voluntaria de JICA, me ayudó, trabajamos en línea y yo hice parte del discurso en japonés. Los profesores se emocionaron y algunos lloraron. Pero más me emocioné yo cuando vi a esos profesionales de tan alto nivel formar un coro y cantarnos una canción tradicional japonesa que decía “te despido por ahora, pero para volverte a ver”, todo el grupo de alumnos se puso a llorar, esa muestra de humildad es algo tan raro para nosotros los occidentales, pero es el secreto de la grandeza y el éxito del país nipón.
Ahora el desafío es poner en práctica los conocimientos adquiridos, para lo cual ya ha trabajado con el comité de control social de su unidad operativa y han acordado 5 mejoras para la temporada 2011 y se ha reunido con el Alcalde de la Comuna, a quien le explicó sus ideas y él le dio su apoyo. También trabaja en una presentación, que mezcla conceptos aprendidos en el curso, con sus observaciones de la cultura japonesa, y que promete compartir con la mayor cantidad de personas posibles. (Fuente Guillermo Escares)