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CARTA PÚBLICA DE UN OFICIAL DE EJÉRCITO EN RETIRO AL MINISTRO DE LA CORTE SUPREMA DON MILTON JUICA.

Bulnes, lunes 6 de diciembre de 2010:

SANTIAGO, Noviembre 18 del 2009

Señor Ministro Vocero de la Corte Suprema de Chile
Don Milton Juica Arancibia
Presente.-

Para su consideración:

1.- En los medios informativos nacionales del 12 de Noviembre 2009; sobre la reunión efectuada entre el candidato a la Presidencia de Chile, don Sebastián Piñera y un grupo de Uniformados en retiro, éste expresó que si llega a ocupar el puesto de Presidente de la Republica, "tomara medidas para que la justicia se aplique".

Lo que, lógicamente causó un gran beneplácito entre los concurrentes, puesto que es justamente lo que se requiere. Fíjese Señor Ministro que en ningún momento se habló de perdón y mucho menos olvido.

Aparentemente algo tan simple, es de un profundo significado; cual es pedir JUSTICIA.

Estimo que estaría totalmente de más y, hasta inapropiado, el entrar indicar a USIA el significado del termino "JUSTICIA".

Por mi parte, siendo un neófito en materia legal, opto por dar satisfacción a mi instinto interpretativo el cual me indica que podemos hablar de JUSTICIA cuando ésta es aplicada con la misma medida a todos los seres humanos, que como Pías, somos sus componentes.

2.- El manejo de las comunicaciones que han hecho los sucesivos Gobiernos de la Concertación ha sido extraordinariamente eficaz. Al punto que han logrado tergiversar casi totalmente nuestra historia Patria contemporánea.

Sé que USIA pide cosas concretas, que demuestren lo que se afirma. Pues bien, para sustentar lo recientemente expresado, en realidad podría ser muy extenso. Por lo tanto, dentro de un todo, sólo expondré lo siguiente:

a.- Televisión Nacional transmite un programa donde hace un recuento de sus cuarenta años de existencia y el cual mayoritariamente se centraliza en asuntos relacionados con el Gobierno Militar.

Nada se menciona de lo ocurrido entre los años mil novecientos sesenta y nueve y mil novecientos setenta y tres. Años que corresponden principalmente al Gobierno de la Unidad Popular , quienes con su accionar, son los responsables de un Gobierno Militar

b.- El sistema Judicial vigente ha aplicado la prescripción y amnistía a personas que definitivamente, por motivos políticos, han asesinado a integrantes del Gobierno Militar.

Son varios, pero solamente le citaré a modo de ejemplo, los que mataron a escoltas del General Pinochet, en la emboscada efectuada en el Cajón del Maipo.

A ningún Juez curiosamente, se le ocurrió imputarles una asociación ilícita o delito de lesa humanidad.

En otros términos, puedo concluir que la JUSTICIA, la que establece y reconoce el Estado de Chile, se aplica sólo para los de un bando. En este caso, para los que están insertos en lo que conocemos como Concertación

Para los del otro bando la cosa es bien diferente, pues pareciera ser que todo resquicio legal o ilegal es válido.

A éstos, además, se les niega el derecho a la amnistía y prescripción.

Llega a tanto el aparente "encegamiento" de esta tan especial JUSTICIA que se desconoce y rechaza el principio de "obediencia debida".

Y no sólo esto, sino que además se desconoce que Chile fue decretado en estado de guerra.

Me parece que esta ultima arbitraria e ilegal medida permite que sean los juzgados civiles los que lleven procesos a uniformados.

La Junta de Gobierno, el día 11 de Setiembre de 1973, dictó el Decreto Ley No.3, mediante el cual declara a todo el país en Estado de Sitio y mediante el Decreto de Ley Nro.4 declara al país en Estado de Guerra.

c.- Otro buen ejemplo para demostrarle como han acontecido y llevado a cabo todas estas manipulaciones, soy yo. Ex Oficial del Ejército de Chile que, por las circunstancias de la vida, me tocó vivir y estar presente en ese período ahora tan juzgado y condenado.

Me retiré del Ejército ostentando el grado de Mayor, sin ningún derecho por no contar con el mínimo de años requeridos para jubilación.

Me incorporé a la vida civil y con mi esposa nos fuimos a vivir a los EE.UU. el año 1986, lugar donde establecí mi nuevo hogar, trabajé, nacieron mis hijos y con mi esposa nos hicimos ciudadanos estadounidenses.

Viajábamos a menudo a Chile a ver a nuestros familiares y amigos. Sufrí, en medio del pasar de los años. una enfermedad cardíaca muy agresiva, que gracias a la ciencia y a la medicina en los EE.UU. me ha permitido seguir con vida, hasta ahora.

En uno de esos viajes me he llevado la sorpresa de ser detenido por la Policía de Investigaciones.

Estaba encargado por el Ministro de Fuero Don Juan Guzmán Tapia por los hechos relacionados con el paso de la Comitiva del General Arellano por la ciudad de Calama, el 19 de Octubre de 1973.

Fui intensamente interrogado por detectives del Departamento V de Investigaciones, quienes me presentaron ante el citado Juez, el que también me interrogó extensamente para finalmente dejarme en libertad por estimar que no acreditaba el someterme a proceso. Eso fue en Junio del 2003.

Desde ese entonces fui visitado e interrogado en los EE.UU. por detectives del Departamento V. Siendo mi posición abierta y cooperativa, para aclarar todo esto, cosa que al parecer de nada sirvió, pues me entero por mi familia que estoy siendo requerido por el Juez Señor Montiglio.

Decido, junto a mi esposa e hijos, que viajare a Chile para presentarme a declarar VOLUNTARIAMENTE para aclarar de una vez por toda esta indeseada situación. Cometí el infanticidio de creer que me enfrentaría con la JUSTICIA y no con una tenaz VENDETTA.

Me llevo la gran sorpresa que soy un elemento de tal envergadura, con tantos cargos, historias y acusaciones tan increíbles como inverosímiles; pero ahí están y se le ha dado oído, voz y fuerza a cualquiera que se le ocurra agregar algo más.

He pasado por todos los caminos que hay que pasar, quedando a la vista que todo es un juego y una maniobra de política vengativa.

Es indudable cuanto les ha dolido a los comunistas extra continentales el que Chile nuevamente los haya sacado de la política contingente.

Me presenté aquí VOLUNTARIAMENTE, porque creía en la JUSTICIA, porque no tenía nada que ocultar, porque mi conciencia estaba tranquila y lo sigue estando.

Llevo dos años separado de mi esposa e hijos, puesto que además de los cargos gratuitos que se me imputan, también me han impuesto no tan sólo una separación matrimonial sino que también me mantienen separado de mis hijos; no puedo llegar a mi hogar. En este contexto, en un principio mi prisión se llamó Peñalolén, ahora se llama Chile.

Me mantienen alejado del lugar donde tengo la atención médica que mi delicado estado de salud requiere, que dicho sea de paso, estoy necesitando con URGENCIA el recambio del desfibrilador que llevo implantado en mi pecho, que - por milagro de Dios – sigue funcionando en su etapa final de recambio.

Tengo en mi poder todos los documentos que respaldan y son pruebas del juego vengativo en que estoy atrapado.

Lo único que finalmente he estado pidiendo es un PERMISO HUMANITARIO para ir a los EE.UU. a cambiarme el desfibrilador.

Una vez hecho esto, volveré para hacer frente a todas las acusaciones y así limpiar mi nombre y mi honor.

He golpeado numerosas puertas , ninguna se abre. O bien, para lo del PERMISO HUMANITARIO, se abre y se cierra.

Me explico a este asunto puntual; en un principio fui autorizado por el Juez Señor Montiglio para ir por hasta cuarenta y cinco días a EE.UU. a solucionar mi asunto salud. Pero no sucedió lo mismo con Antofagasta, ciudad a la que concurrí y di satisfacción a todos los requerimientos del Señor Juez.

Hasta que por fin me otorgó un PERMISO HUMANITARIO. Estando esto solucionado, resulta que el Juez Señor Montiglio recibe un escrito ( lo tengo en mi poder ) de una abogada del Ministerio del Interior donde expresa la extrañeza que causa el que yo aún siga vivo, puesto que si estuviera tan mal pues hace rato debería haber fallecido.

Así, aunque suene como increíble, por permanecer aún con vida, no se me otorga el PERMISO HUMANITARIO.

Con esto se me está demostrando que por el sólo hecho de haber sido militar, la JUSTICIA, para mí no existe. Para qué hablar de los Derechos Humanos.

Por todo lo brevemente expuesto y porque USIA ha expresado que le presenten casos concretos, es que me he decidido enviarle esta carta y la que divulgaré lo que más pueda.

Estoy dispuesto a entrevistarme con Ud., si así USIA lo permitiera, donde podré mostrarle y entregarle todos los documentos que sustentan esta exposición.

Muy agradecido por su atención, le saluda atentamente.

CARLOS HUMBERTO MINOLETTI ARRIAGADA

RUT 4.336.700 - 5