Bulnes, viernes 25 de febrero de 2011 - 11,15 horas:
Un informe reservado de la Armada en manos de la fiscal Solange Huerta, detalla las declaraciones de los marinos que levantaron la alerta.
1. Teniente no informó peligro:
Un informe de 440 páginas, firmado por el vicealmirante Enrique Larrañaga, reveló que uno de los tenientes del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (Shoa) no entregó a sus superiores información que podría haber evitado la cancelación de la alerta de tsunami la madrugada del 27 de febrero del año pasado. Mario Andina Medina declaró en la investigación de la Armada que a las 4.00 envió el fax de confirmación de alerta a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y que " posteriormente, a las 4.05, al verificar el momento sísmico que entrega el Tremors (sistema para evaluar peligro de maremoto), constató que éste registraba un índice que indicaba que tenía el potencial para generar un tsunami. Esta situación no fue informada a sus superiores". En su testimonio indica que no participó en el levantamiento de la alerta a las 4.56, pero que "reconoce que fue el primero en pensar en la cancelación".
2. Temor a los cuestionamientos
Los marinos del Shoa esgrimieron para cancelar la alerta que no querían caer en inexactitudes frente a la población y alarmarla sin fundamentos. Así lo explicó el capitán de corbeta Andrés Enríquez Olavarría, ex jefe de Oceanografía del Shoa, quien declaró que "tras ser asesorado por el teniente Andina sobre la cancelación del mensaje de alerta, coincidió con su apreciación, sin considerar el momento sísmico ni el boletín 1 y 2 del Pacific Tsunami Warning Center". Agregó "que estuvo de acuerdo, al igual que el comandante Mariano Rojas, en cancelar la alerta y no tener en la incertidumbre a la población por más de una hora y media. Manteniéndola, hubiésemos sido cuestionados por inexactitud. Por ejemplo, el terremoto de Pisco, Perú, el 2007, fue 7,9 grados Richter, y el PTWC dio alarma para todo Chile y nosotros no. Al final no hubo tsunami. Por lo anterior, no es llegar y obedecer la información del PTWC".
3. La versión del ex director del Shoa
En su declaración, el ex director del Shoa, capitán de navío Mariano Rojas, dijo que a las 4.19 el teniente Mario Andina le informó que había dado la alerta de tsunami tras analizar el comportamiento del mar. Pese a ello, a las 4.56, es decir, 37 minutos después, decidió levantar la alerta de maremoto basándose en el análisis de las estaciones de marea y considerando "que no se recibió ninguna comunicación de la Onemi que señalara alguna anormalidad en el borde costero que llevara a cambiar su decisión". Junto con ello, destacó que una de sus preocupaciones era que "podía ser perjudicial para la población mantener la alerta (de tsunami) por mucho tiempo, considerando que el epicentro había sido a 55 kilómetros de profundidad". Además, a las 8.00 recibió un llamado de la ex Presidenta Michelle Bachelet para preguntar por la llegada de olas a las costas, ante lo cual le pidió "tranquilidad", ya que, dijo, sólo eran "variaciones de marea".
4. No se autorizó chequeo en terreno
Una de las medidas que también pudieron evitar la cancelación de la alerta era un chequeo en terreno de las olas. Así lo manifestó en la investigación el cabo primero Jorge Araya Leal, quien declaró que a las 3.50 llegó vestido de franco al Shoa y le sugirió al teniente Andina "enviar mensaje naval solicitando a las capitanías de Puerto observar in situ los medidores de marea, lo cual finalmente no se materializó". En su testimonio a la Armada, el marino dijo que "solicitó autorización para utilizar vehículo fiscal y enviar a un marinero a verificar en tiempo real la altura de la marea, acción que no se realizó". Araya les dijo a los investigadores que no tuvo participación en ninguna decisión de cancelar la alerta. "Recibió un llamado telefónico del PTWC en idioma inglés y, según su traducción, le indicaban 'que venía tsunami', por lo que solicitó en inglés que la misma información fuese dada en idioma español, acción que fue realizada posteriormente", declaró.
5. Los problemas al interior de la Onemi
En paralelo a la situación que afectaba al Shoa, en Valparaíso, los funcionarios del Centro de Alerta Temprana (CAT) de la Onemi de Santiago declararon que a las 4.07 reciben por fax una alerta de tsunami, la cual no fue divulgada, ya que no correspondía "al formato establecido por el Shoa (...), en otras palabras, el Shoa debió emitir, si hubiese tenido seguridad de que se produciría un tsunami o maremoto en las costas de Chile, una alarma y no una alerta de tsunami", dijo el jefe del CAT, Johaziel Lebi, en el sumario interno que realizó el organismo. Debido a la falta de comunicación entre la Onemi y el Shoa, este último decidió levantar la alarma de maremoto. Según reveló la indagatoria del Ministerio Público, el 27 de febrero había 16 teléfonos satelitales con que la Onemi contaba para el día de la tragedia, de los cuales cuatro estaban operativos con sus "chips de activación", y que pese a ello estaban guardados en la Bodega de Telecomunicaciones del CAT y no fueron utilizados para alertar a la población.
(Fuente Diario La Tercera)