Bulnes, miércoles 23 de febrero de 2011:
Los derechos que tienen los vecinos afectados por el pasado terremoto a recibir un subsidio de reparación dispuesto por el Gobierno, la Egis municipal no los cauteló y hoy reciben un menguado beneficio por parte de las empresas constructoras, que no remedian el problema.
Así lo hemos podido comprobar y solo ejempleficaremos el hecho con los trabajos de reparación que se están haciendo en la Villa Hangaroa, unos por parte de la Egis particular que dirige la Sra. Ana Yañez y la otra por parte de la Egis de la municipalidad de Bulnes.
1) El la Villa Hangaroa, la Egis de la Sra. Ana Yañez cambió los 66,8 metros que tiene el techo original de las casas, les reparó los tapacanes y colocó canaletas de aguas lluvias.
2) La Egis municipal tiene dos empresas trabajando en la Villa Hangaroa: una les cambió el techo completo, reparó los tapacanes y colocó canaletas de aguas lluvias.
La otra empresa solamente cambió 40 metros del techo, debiendo los vecinos comprar los 26,8 metros restantes y los que no tenían el dinero, debieron conformarse con un techo parchado, situación que no soluciona el problema presentado por el terremoto ni el espíritu del Supremo Gobierno. También reparó tapacanes y entregó canaletas de aguas lluvias.
La Egis se escuda en que los vecinos firmaron un contrato por los 40 metros, sin embargo eso es responsabilidad de ellos porque los contratos fueron firmados contra el tiempo y citados casa a casa o vía telefónica y nunca se hizo una reunión con los interesados donde se les diera a conocer lo que ofrecían las empresas, ni menos se les presentó a lo menos dos empresas en reuniones donde fueran los vecinos quienes las eligieran conforme a lo ofrecido por ellas.
Es increible que una Egis particular comandada por una mujer que trabajó sola, se apegara a la Ley y buscara las empresas que más ofrecian por el subsidio para beneficiar de mejor forma a los vecinos y la Egis municipal que cuenta con profesionales, técnicos y personal, además de oficina amplia y cómoda, no hiciera nada por cautelar los derechos de los vecinos y se conformara con lo que ofrecían las empresas, no importando si eso era muy por debajo del dinero en juego y si beneficiaba o no a los vecinos.
