Ayer fue un día de plena felicidad para el alcalde de la comuna Don Rodrigo de la Puente, ya que todo lo relacionado con la Fiesta Aniversario resultó perfecto y por ello recibió muestras de apoyo de todo tipo de parte de los vecinos.
Radiante se le vio saludando a la gente, conversando con ellos, estrechando su mano o dando un abrazo fraterno. Siempre con una sonrisa a flor de labios y dispuesto a escuchar a todos.
Cuando pronunció su discurso sobre el escenario, ya se notó un cambio porque fue diferente a otros. Y lo mejor de todo fue el aplauso cerrado de los asistentes, lo que contrastaba con los panfletos que tapizaron las calles y las murallas pintadas que llamaban a pifiar al alcalde. Quienes los lanzaron y escribieron lograron el efecto contrario: solo aplausos y vivas y ni una, ni siquiera una tímida pifia. Nada de nada.
Eso era motivo más que suficiente para que el alcalde estuviera contento, porque recibió el beneplácito de su gente, quienes lo adoraron y de seguro de ahora en adelante las cosas cambiaran y su gestión será mirada con otros ojos, esos ojos que muchas veces no pudieron ver el bosque porque sus propios árboles se los tapaban.
Además en la semana recibió el respaldo de dos altos dirigentes de RN y la visita de una de las hijas de Joaquín Lavín.